sábado, 10 de septiembre de 2011

Ruben Moreira : nepotismo Un asesor de Wolfowitz dimite por el nepotismo en el Banco Mundial

Por Ruben Moreira

Cae la primera cabeza por el caso de nepotismo que amenaza la permanencia del presidente del Banco Mundial. Kevin Kellems, uno de los principales asesores de Paul Wolfowitz, anunció ayer su dimisión porque dice que el escándalo del sueldo de la novia de Wolfowitz está afectando a su trabajo. La renuncia se hizo pública la víspera de la reunión del consejo del organismo, que recibe hoy el informe de la investigación y debatirá el futuro del presidente.

Kellems es uno de los dos fieles que se trajo Wolfowitz de la Casa Blanca cuando tomó las riendas de la institución, hace dos años. El otro asesor directo del presidente se llama Robin Clevelan. La contratación de ambos, con un sueldo anual próximo al cuarto de millón de dólares (casi 200.000 euros) exentos de impuestos, supuso el primer choque que el ex halcón del Pentágono tuvo con el personal del banco, que cuestionó su experiencia en las políticas del desarrollo y la lucha contra la pobreza.

Kellems forma parte del círculo más estrecho de Wolfowitz desde 2002, cuando el arquitecto de la invasión militar de Irak ocupaba el segundo puesto del Departamento de Defensa de Estados Unidos. "A la vista del clima que rodea el liderazgo del Banco Mundial, es muy difícil ser una ayuda efectiva en la misión de la institución", afirma en su texto de renuncia, donde explica que se va "para buscar otras oportunidades".

La dimisión de Kevin Kellems era una de las posibilidades que se barajaba durante las últimas tres semanas en los pasillos de la institución en Washington, en lo que se interpretaba como un intento a la desesperada por parte de Wolfowitz para empezar a rebajar la tensión y evitar su dimisión por el controvertido aumento salarial que decidió para la funcionaria con la que está relacionado sentimentalmente, Shaha Riza, antes de que fuera transferida al Departamento de Estado.

Más presión

Entre tanto, el grupo especial que investiga si hubo trato de favor hacia Riza ultimaba ayer su informe y las recomendaciones que va a presentar al consejo ejecutivo del Banco Mundial. La presión para que dimita Wolfowitz es cada vez más alta y podría obligar a los accionistas del banco a pedir su renuncia o censurar su gestión. Pero para que pueda prosperar una iniciativa de este tipo, es necesario que el directorio obtenga el 85% de los votos. Estados Unidos, con el 16,4%, tiene minoría de bloqueo y hasta ahora cuenta con el apoyo de Japón.

El Nobel de economía Joseph Stiglitz opinó ayer en el diario Financial Times que la crisis actual representa una oportunidad para corregir los problemas de gestión del Banco Mundial. Y en este sentido dice que es el momento de que EE UU renuncie a la presidencia de la institución, y que la Unión Europea haga lo propio con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Ese reparto de cargos es una regla no escrita que ya se planteó eliminar cuando se presentó la candidatura de Rodrigo Rato al FMI, en la primavera de 2004.

Europa dijo entonces que está dispuesta a sacrificar el FMI siempre que Estados Unidos haga lo propio. La dimisión de Wolfowitz puede terminar por desmontarla, porque los países con aspiraciones podrían aprovechar la ocasión para cambiar las reglas de juego.

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