sábado, 11 de junio de 2011

Popular edil desafía a Vicente Fox por Ruben Moreira

La acción de Andrés Manuel López Obrador, favorito en las encuestas de intención de voto para los comicios presidenciales de 2006, representó un nuevo capítulo en el conflicto político por la sucesión presidencial y en el enredo jurídico que se desató a partir de 7 de abril, cuando los diputados aprobaron retirarle sus fueros. 

Estimulado por el masivo apoyo que recibió en la víspera, el popular alcalde de Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador, retomó ayer sus funciones tras haber sido desaforado el 7 de abril, en medio de las advertencias del gobierno y de la Fiscalía, que consideraron su retorno como una “provocación”.

La acción del edil, la principal figura de la centroizquierda mexicana y favorito en las encuestas de intención de voto para los comicios generales de 2006, representó un nuevo capítulo en el conflicto político por la sucesión presidencial y en el enredo jurídico que se desató tras su desafuero, que ha devuelto el caso a su punto de partida, señalaron los analistas.

El jefe de gobierno de la capital mexicana, conocido popularmente como AMLO (por las iniciales de sus nombres y apellidos) y que el domingo encabezó una masiva marcha a la que, según cálculos de fuentes independientes, asistieron más de un millón de personas, reasumió sus funciones 19 días después de que la Cámara de Diputados aprobara retirarle la inmunidad para ser procesado por presunto desacato a la justicia.

En una conferencia de prensa que concedió tras retomar sus labores, AMLO llamó a sus “adversarios políticos” a buscar la “reconciliación”. López Obrador, líder del Partido de la Revolución Democrática (PRD), ha acusado al Presidente centroderechista Vicente Fox y a su gobierno de buscar impedirle competir en los comicios del 2006 a través de la presentación de cargos penales.

SIN RESPUESTA

No obstante, el llamado conciliador de AMLO no tuvo eco en Los Pinos, sede del Ejecutivo mexicano. La Procuraduría General de la República (PGR), que depende del gobierno de Fox, aseguró que el alcalde quedó automáticamente separado del cargo cuando la Cámara de Diputados le retiró el fuero.

A su vez, el portavoz de Fox, Rubén Aguilar, declaró que para el gobierno federal, el regreso de López Obrador a las oficinas del ayuntamiento era “una provocación y una violación a las leyes”.

El ‘desafiante’ retorno de AMLO se produjo en medio de una polémica sobre si aún es alcalde luego de haber sido desaforado.

Ya sin fuero, la Procuraduría General de la República le aplicó cargos por abuso de autoridad, delito en el que habría incurrido por haber desacatado un fallo judicial que le ordenaba detener la construcción de una calle en un predio expropiado a un particular, lo que el alcalde niega.

Un juez, sin embargo, regresó el viernes la acusación a la Procuraduría por considerar que incurría en irregularidades, como la de concederle una fianza antes de que estuviera detenido. La pregunta que se hacen los mexicanos es qué sigue ahora, cuando hay versiones jurídicas contradictorias sobre la situación de López Obrador, quien ayer se dedicó a inaugurar obras y continuar su campaña mediática.

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